VERGONZOSO FIASCO EN LOS PALACIOS

Con la ilusión del que va a participar por sexta vez en una de las medias maratones más reconocidas del calendario atlético nacional en la modalidad de gran fondo, me presenté con los compañeros en Los Palacios a las 9.30 h. bajo un intenso frio típico de la época en la que estamos y que ya es una constante cada año cuando piso la localidad sevillana.
PINCHA EN LEER TEXTO COMPLETO PARA LEERLO TODO
Junto a mí, los ruteros Chenchu, Juanjo, Salva, Antonio Rodriguez y Jesús (lástima que otra lesión dejara fuera a Pope). Tras la pertinente llamada, nos reunimos con el ‘rutero sevillano’ Joaquín, que venía acompañado por otros amigos de ‘fatigas’ como Juan Antonio, José Ignacio y Ginés. Una vez aparcados los coches en las cercanías del lugar de salida de los autocares encargados de acercar a los corredores a Bellavista, me encuentro con algo que en años anteriores no sucedió: una impresionante cola de personas esperando para embarcar.
Una hora y cuarto después, cuando se acercaba el momento de subir al autocar, pasa por la zona un juez diciendo que no nos preocupemos que la carrera no será iniciada hasta que no lleguen los últimos ‘viajeros’; y a todo esto, el reloj marcando ya las 10.50 h., osea, faltaban diez minutos para el pistoletazo. Eso tranquilizó algo los inquietos ánimos, pues la verdad, se escuchaba de todo y ya uno no sabía que pensar. Lo cierto es que ‘queríamos creer’ que el fallo de la organización sería reconocido y que nos esperarían. Con esas subimos al autocar (el nuestro era el penúltimo en salir). Nos cambiamos a bordo como buenamente pudimos sin perder el buen humor, aunque eso sí, el mosqueo no nos lo quitaba nadie, y todos los corredores hablábamos de lo mismo, de que la organización no podía dejarnos fuera… Pues nada, todo a tomar viento!!!... Llegamos, retiramos los dorsales, y estando colocándonos estos, un voluntario de la carrera comunica que hacía un rato que habían dado la salida. Imaginaos como nos sentó. En mitad de un rio de comentarios de todo tipo y de intenciones y propuestas para que nuestras quejas al menos fueran observadas, enfilamos la carretera que normalmente utilizamos como zona de calentamiento, la cual nos llevaba a los lugares habilitados para la recogida de chips y entrega de bolsas al camión ropero. Algunos pudimos recoger los chips y las bolsas, esto último por gentileza del club de atletismo de Los Palacios, que las depositaron en una furgoneta ‘de urgencia’ para trasladarlas a la meta.
Después de deliberar entre nosotros de forma acalorada por el monumental enfado que nos invadía, decidimos salir. Nos acompañaron en la salida compañeros de otros clubes, que evidentemente, estaban exactamente igual que nosotros. Los primeros 4-5 kms. rodamos en plan tranquilo intentando olvidar lo ocurrido y centrarnos en, al menos, ya que estábamos allí, disfrutar de la magnífica mañana que se nos presentó para correr.
Decir que la Guardia Civil se portó de maravilla, pues en todo momento estuvo al tanto de nosotros cortando el tráfico en los primeros kilómetros a pesar de que ‘oficialmente’ no estábamos participando en la prueba…
Jesús, en su afán de seguir con la preparación para su reto personal del maratón, tiró y aumentó el ritmo para llegar a meta con un tiempo de 1.29; entró en meta sin camiseta en señal de protesta y para que no se le ‘picara’ el dorsal pues aquello a todas luces no era real… Eso mismo hicimos Juanjo, Salva y yo, aunque en este caso tapándonos el dorsal con la camiseta. Los tres cruzamos la meta parando el reloj en 1.36. Chenchu y Antonio entraron unos minutos después. Mirándolo desde el prisma netamente deportivo, consideramos que hicimos todos una muy buena carrera.
Una vez en la zona de meta y volviendo a comentar lo ocurrido, no nos quedó otra que ‘amortizar’ los 14 euros de la inscripción de la forma que sólo nosotros sabemos, aunque de verdad, la injusticia cometida con los corredores (calculo que entre 100 y 150) que nos quedamos ‘en tierra’, no tiene nombre. Lo dejo aquí porque no merece la pena seguir. Sólo me gustaría que la organización asumiera su error, fuera del tipo que fuera, porque la prueba y el pueblo de Los Palacios -una vez más volcado al cien por cien con los tres mil quinientos atletas participantes-, lo merecen. Ah, bueno, y creo que también sería menester meter en ese saco a los que mantenemos el cotarro, que además, en el plano económico, aportamos lo nuestro para premiar a los ‘gigantes’ que vienen de fuera. Esos no son otros que los CORREDORES POPULARES, a los que por cierto, en los últimos años en Los Palacios, se les viene escatimando de forma sangrante el contenido de la bolsa regalo... y es que la crisis llega a todos los lugares, a pesar de que todos pasamos por caja apoquinando una cantidad un 'pelín' alta en comparación con otras carreras. Señores, multipliquen 3500 por 14 €... Ustedes mismos.

JC MANZANO