Recurrente como él solo, el gran Antonio Aranda -al que vemos en la imagen hasta arriba de agua-, espetó al poco de comenzar el entrenamiento la frase de cabecera... ¡que arte!.
Esta mañana, resulta que entre unos asuntos y otros, nada más que estábamos los dos en el lugar de quedada de los sábados. Recién iniciado el trote de arranque, vimos caer una gotitas que en un ratito se convertieron en gotazas... osea, en un chaparrón de tomo y lomo.
Todos conocen la afición de los Ruteros a correr bajo el líquido elemento, asique ni nos inmutamos, es más, ya adentrados en el campo, comentábamos más que contentos lo bien que lo íbamos a pasar; y a fe que así fue. Con un recorrido del 95% de campo, disfrutamos durante 75 minutos de nuestra pasión en plena naturaleza.
Lo dejo ahí. Esto hay que vivirlo, y un servidor lo ha vuelto a vivir junto al 'Jefe', y no es la primera vez, ni seguro será la última.
Os hemos echado de menos compi: ¡nos debéis una... pero que sea mojada por favor!.
JC MANZANO
1 comentario:
jijijiji, queridos sois la ostia, geniales deportista y envidiados por mi persona, por no haber podido estar.
Un tigre que os admira.
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